Son muchas las veces que me preguntan, algunas con sorpresa y curiosidad y otras con cierta desconfianza, que es eso de “Psicóloga holística”.

 

Como seres humanos, somos indivisibles.

No existe la mente por un lado y el cuerpo por otro.

 

Ya se que estarán los que digan que no es cierto. Y así podría parecer, por ejemplo, por cómo puede llegar a cambiar una persona tras un problema neurológico derivado de un accidente cerebrovascular, un traumatismo craneoencefálico o una enfermedad neurodegenerativa. Y si bien es cierto que la persona que fuera hasta ese momento parece desaparecer o literalmente, desaparece, usualmente, este tipo de distorsiones de personalidad o funcionamiento cognitivo, van unidos a problemas de funcionamiento o degenerativos, del sistema físico. Por lo que hasta en esas desoladoras situaciones, no se puede separar el cuerpo de la mente.

 

Por tanto, las enfermedades psicosomáticas no existen.

Existen enfermedades del sistema en su completitud

que se van a manifestar de una u otra manera.

 

Por esta razón, a la hora de trabajar el estado que presenta una persona, se ha de tener en cuenta todo lo que pueda estar afectado en el sistema o afectando al mismo.

 

¿Qué tengo en cuenta como psicóloga holística? 

 

Para poder valorar el origen de tu estado, hay que tener en cuenta tus experiencias personales, así como tus hábitos de vida donde contemplaríamos entre otras cosas, la alimentación, el ejercicio físico, el consumo de sustancias, la exposición a determinados tóxicos ambientales, la higiene del sueño y el estado de salud física general a través de diferentes pruebas médicas.

Muchas veces, un estado de ánimo depresivo, la hiperactivación o la ansiedad están originados por una intolerancia alimentaria o en una proliferación de bacterias y parásitos en nuestro aparato digestivo. Al no tener esto en cuenta, lo que se suele hacer en estos casos, es proporcionar psicofármacos a la persona. Cuando hacemos esto, estamos introduciendo un tóxico en el cuerpo haciendo que nuestro sistema inmune, que ya se encuentra luchando con un exceso de toxicidad, tenga que atender una nueva amenaza dividiendo su atención y su energía. El resultado es lo que venimos viendo: la cronificación de los procesos y la pérdida de la salud integral de la persona.

Una nota importante: no estoy en contra de la medicación cuando es necesaria. Pero eso, ¡cuándo es necesaria! No como suele suceder, medicar a las primeras de cambio ya que, no solo anulamos nuestro sistema inmune, sino que lo agotamos quedándonos indefensos antes los agentes estresores, tanto internos como externos.

Esta es la parte más física de la descripción de la psicología holística. Hay multitud de procesos que interfieren en el buen funcionamiento de nuestro cuerpo y la conexión con nuestro Ser por lo que esta psicología, ha de beber de las fuentes de otras disciplinas como la Neurociencia, la Biología, la Física, la Etología, la Medicina Tradicional China (MTC), el Ayurveda (la llamada Ciencia de la Vida) y muchas más. Desde ellas, hemos podido obtener extraordinarias herramientas para acompañar a las personas y conseguir que sus procesos dolorosos sean mas amables, acortándose además consideradamente.

Cuando ves cómo se puede contribuir de una manera eficaz, eficiente y efectiva a las personas que sufren, te parece increíble que se esté afirmando desde el Congreso de los Diputados que herramientas, como por ejemplo, la Acupuntura, tras milenios de aplicación y que cuenta actualmente con amplio soporte científico, son Pseudociencia.

O que técnicas como las que utilizo en consulta derivadas de estudios Neurocientíficos, que sanan el trauma y cierran los duelos en pocas sesiones, no interesen difundir a la mayoría del “colectivo médico y político”.

Lo que dejan muy claro, es que no les “viene bien” que la persona descubra su capacidad de sanar el 80% de las enfermedades crónicas sin la necesidad de consumir todo lo que la industria farmacéutica produce. No quieren una sociedad sana. Quieren una sociedad enferma y débil para poder extorsionarla y manipularla a su antojo.

Comienza a conocerte de verdad para descubrir la verdad que habita en ti

y que te dará la llave de tu bienestar. 

La psicología holística te acompaña en ese camino hacia tu transformación interior.

¿Vienes?