¿Cuántas veces te has preguntado qué piensa realmente un hombre cuando le estás contando algún problema?
¿Qué le lleva a dar un solución tras otra e incluso a enfadarse con las personas involucradas en la situación que le cuentas?
¿Por qué parece perder o pierde la paciencia, ante el discurso femenino?
Vamos a tratar de acercar posturas en esta “guerra” en la comunicación entre hombres y mujeres que parece no tener fin. Y lo vamos a hacer a través del conocimiento que la ciencia nos viene proporcionando y ampliando constantemente.
La comunicación es uno de los aspectos claves que más contribuyen y determinan el afianzamiento, evolución y sostenibilidad de la pareja.
De entre muchas otras cuestiones, la queja estrella de los hombres es que nosotras somos demasiado emotivas y la de las mujeres, que ellos no lo son lo suficiente.
Es muy frecuente escuchar a las mujeres expresiones como:
“mi pareja no me escucha, parece que le molesto, que no le interesa en absoluto solucionar los problemas que tenemos.”
“cuando le cuento algo, comienza a darme soluciones a los problemas en lugar de escucharme y consolarme. ¡¡Cómo si yo no supiera lo que tengo que hacer!!”
Ante tales afirmaciones la mayoría de las congéneres asentimos con vehemencia y con cierta impotencia, lanzamos al unísono la pregunta
¿¿Qué les sucede a los hombres??
Pues bien, entre otras cosas lo que sucede es que hombres y mujeres utilizamos DIFERENTES CIRCUITOS cerebrales para el PROCESAMIENTO EMOCIONAL.
La educación que recibimos, así como la sociedad en la que vivimos, “pueden reforzar o inhibir ciertas partes de nuestra biología básica” pero la ciencia ha mostrado que cada sexo procesa utilizando caminos diferentes.
Nuestros cerebros tienen dos sistemas emocionales que funcionan simultáneamente:
– Sistema Neuronal Especular (SNE): es el del “siento lo mismo que tú sientes”. El sistema empático emocional. Lee las expresiones faciales del otro e interpreta el tono de voz y otros aspectos del lenguaje no verbal.
– Sistema de la Unión Temporo-Parietal: es el “buscador de soluciones”. Su finalidad es utilizar todos los recursos disponibles para “resolver problemas inquietantes tomando en consideración la perspectiva de las demás personas implicadas.
Cada sexo tiende a usar uno mas que el otro.
¿Adivináis cuál utilizan más las mujeres y cuál los hombres?
¡Efectivamente!
Cuando un hombre está escuchando a una mujer contarle un problema, durante un instante podrá sentir el mismo dolor emocional que ella expresa, pero acto seguido, comenzará de manera automática a buscar soluciones para aliviar el malestar emocional que ella está experimentando.
Porque, su cerebro no está hecho para permanecer en la angustia y, además, algo que pocas sabemos, “cuando las mujeres lloran, pueden suscitar auténtico dolor cerebral en el hombre”
Nos cuesta creer que esto sea así porque la expresión de sus caras no muestra ninguna empatía ante nuestro malestar. Solo escuchamos un sin fin de opciones que, en ese momento, no nos interesan porque continuamos en la emoción y lo que esperamos es “compresión” y “consuelo”.
Todo esto también tiene una explicación.
Al activarse el buscador de soluciones se desactiva la capacidad de experimentar el malestar emocional del otro. Esto tiene una finalidad: al impedir que los procesos mentales se infecten con las emociones de los demás, fortalece su capacidad de buscar cognitiva y analíticamente, una solución. Por esta razón, se les ve “desconectados” de lo que estamos expresando.
Por tanto, su UTP procesa cognitivamente las emociones para conseguir una solución práctica ante lo que las mujeres nos desanimamos porque seguimos en el SNE.
Por lo tanto, las mujeres tenemos que tener presente que, cuando contamos un problema y él, no deja de darnos una solución tras otra, en realidad lo que está haciendo es mostrarnos su amor e interés.
Y a los hombres, mientras continuamos evolucionando y aprendiendo a que nuestra biología no nos determine, una sugerencia antes de dar la solución y teniendo en cuenta que no mentís ni es una manipulación porque es cierto que lo sabéis, no viene mal un “Cariño, se como te sientes”.
¿No terminas de creértelo porque su cara inexpresiva no te convence? Eso es ya otra cuestión a la que daremos respuesta en una breve entrada de “Sabias que…”
Y RECORDAD:
SOLO LA VIDA CON HUMOR, COMPASIÓN Y AMOR, ES VIDA.
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