Lo que no te han contado sobre… los beneficios de los abrazos.

 

¡¡Cuidado con los abrazos!!

Es algo que les digo con frecuencia a mis amigas cuando me cuentan que acaban de conocer a un probable candidato a ser algo más que un amigo.

¡Y ni se te ocurra ponerle los brazos alrededor del cuello si no ves muy claro que te gusta mucho!

Me miran sorprendidas y extrañadas porque se supone que los abrazos son buenos para la salud. Entonces les explicó lo que no es tan conocido y ¡que tod@s debíamos saber!

El acto de abrazar libera oxitocina en el cerebro, sobre todo en los de las mujeres y esto hace que se desconectan los circuitos de la precaución y de la aversión y se cierra la mente escéptica por lo que tú “buen” juicio queda dañado. Al dispararse los circuitos cerebrales de la confianza aumenta la probabilidad de que creas todo lo que la otra persona te cuente, sea lo que sea. Paralelamente, los circuitos del amor romántico se pueden poner en marcha debido a las dosis elevadas de oxitocina y dopamina.

Cuando les cuento esto muchas me dicen. ¡Ahora entiendo porque aun cuando en realidad no lo había pasado tan bien o tenía claro que no me gustaba tanto o que no era una persona para mi, sentía la necesidad de saber de el/ella desesperadamente! ¡Es de locos!

Y claro que no, nada es de locos, además, ¡para muchas cosas bendita la locura! Solo se trata de conocerse desde todos los planos y por muy espirituales que seamos, el físico no lo podemos obviar.

El impulso de enamorarse está siempre latente, todos anhelamos ese amor maravilloso que nos rescate de la rutina y haga brillar de nuevo los días, pero si es con alguien con el que podamos realmente disfrutar de la experiencia, mucho mejor.

Recuerda: solo se ama realmente, aquello que se conoce.

Por eso, ocupémonos de conocer a quien tenemos delante, de saber que le hace vibrar y con qué se emociona sin poder remediarlo, cuáles son sus sueños y hacía a dónde camina, sobre todo porque las hormonas nos empujan, nos “enganchan” y en un momento dado sellan los vínculos pero, ¡no nos determinan!

¡Os abrazo fuerte y sin miedo porque hace mucho que os amo sin remedio!