Después quedan las redactoras del contenido de esos “manifiestos”, que saben bien con qué están jugando y cómo disfrazarlo para las personas con buenas intenciones pero que no saben mucho de política, historia y psicología de masas.
Porque SI, cuando la lucha de clases dejó de tener sentido desde una visión política porque NO movilizaba, entre otras líneas de actuación, se gestó la “ideología de género”únicamente como herramienta política pseudocientífica, cuya finalidad es destruir al ser humano, desde su base, robándole su identidad natural, enfrentando a los miembros de nuestra sociedad, para la inhabilitación y quiebra, de lo que nos ha hecho sobrevivir como especie: “la familia”.
Elegimos con nuestro voto a dirigentes que, en su mayoría no han pegado palo al agua ni para sacarse “decentemente” sus estudios. Gentuza que habla de repartir lo de unos “pocos” para que nos llegue a todos. Eso si es casta política, aquellos que engañan a las personas sencillas, porque somos los de abajo los que siempre mantenemos las dictaduras como la comunista o en este caso, la de género. En estos regímenes antihumanos, sus dirigentes nunca vivieron humildemente. NUNCA. Para muestra el GRAN botón de España: nuestros queridos “Marqueses de Galapagar” o el Dr. “Cum fraude” y esposa, cuyo sueldo (hablando de brecha salarial) fue nombrado secreto de estado.
Es “espeluznantemente fascinante”, ver en las manifestaciones, tanto a mujeres como hombres, vestir camisetas con símbolos de los mayores genocidas de la historia, aquellos que mataron a millones de personas, pero de lo que no se habla, como Lenin, Stalin o Mao Tse Tung. Entre muchos de los masacrados: homosexuales que agonizaron en campos de trabajo; o la por antomasia manida imagen del Che Guevara (gran asesino de homosexuales a las órdenes de Castro).
Mi padre arriesgó la vida propia y la de su familia, por sus ideales comunistas. Lo poco que pude conocer de él y de sus momentos de vida amable, porque en general fueron muy duros, me ha servido para sentir ternura y compasión por aquellos que creen firmemente que el comunismo es igualdad para todos, porque él, si lo creía posible y lo demostraba cada día con pequeños gestos, como elegir dormir bajo las estrellas sobre la arena en lugar de en una mullida cama. Igual era mas un romántico que un comunista.
Ya está bien de utilizar a personas homosexuales y transexuales como propaganda de regímenes que antaño los condenaron al ostracismo en el mejor de los casos y en la mayoría, tras un largo sufrimiento, a la muerte.
Me niego a que otras mujeres me digan cómo he pensar, sentir, en qué debo trabajar, a quién cuidar o no.
Me niego a que otras mujeres me digan cuáles han de ser mis principios y valores, qué es lo que ha de ser importante y prioritario en mi vida.
Me niego a que otras mujeres me digan cómo he de educar a mis hijos.
Me niego a renunciar a mi femineidad porque unas trastornadas de las olas siguientes al feminismo genuino y con sentido, lo asociaran con la presión del heteropatriarcado.
Puestos a criticar este sistema patriarcal hagámoslo honradamente.
Ya que, en todo caso, nos perjudica a todos.
No favorece a los hombres.
Es en este sistema donde los suicidios los protagonizan los hombres en mas de un 70%, Donde mueren más hombres en accidentes laborales, en esos puestos que ninguna mujer quiere. No he visto a ninguna revindicar bajar a la mina, subirse a los andamios o irse meses a un pesquero a la Antártida.
Es en este sistema, donde los hombres siguen sufriendo mayores penas por el mismo delito que las mujeres.
Donde en el plano físico, también se les exige tener unos ciertos atributos para ser “hombre” como una buena estatura, musculatura y cómo no, un buen miembro viril.
Un sistema donde si son duros, son malos. Si son blandos, son objeto de burla. Un sistema donde no encuentran el espacio para expresar sus emociones, ¡que las tienen!
Cómo esta horripilante LIVG tampoco protege a las mujeres lesbianas dentro de la pareja.
Cuando, paradójicamente, la investigación ha encontrado que la violencia en relaciones homosexuales entre mujeres es mucho más alta que en las de relaciones homosexuales entre hombres.
Esto, extrapolado a las relaciones heterosexuales, coincide con lo encontrado en las investigaciones internacionales realizadas sobre violencia en el ámbito de la pareja. Estos estudios encuentran que no solo la violencia es bidireccional, sino que las mujeres la inician en un mayor porcentaje de veces en relación con el varón. Siendo grandes maestras en el uso de la violencia psicológica si bien, no se amilanan a la hora de golpear o cortar a sus parejas varones.
Varias razones lo justifican.
La segunda, la ruptura de las relaciones desde un nuevo tipo de violencia que solo se puede ejercer en una dirección, propiciada y auspiciada por “papa Estado que e´mu listo”, está dejando a muchos menores huérfanos de padres y toda la rama de familia paterna. Son niños y niñas que crecerán abonados con el odio de sus progenitoras hacía la figura paterna, no sabiendo bien, qué frutos se recogerán de esa siembra. Si bien, los estudios ya nos están avisando. Como siempre Gran Bretaña, pionera en estos lares, vaticina con datos a modo de ejemplo: el aumento del fracaso y abandono escolar, la violencia del hijo hacia el progenitor alienador y el vandalismo.
La tercera, la psicología social estudia el fenómeno de masas, el contagio que se produce al encontrarse en grupo, la pérdida de la identidad individual, la asunción del pensamiento grupal sin cuestionarlo y la deshumanización del otro que es considerado el enemigo, entre muchas otras cosas, engendra la violencia que vemos en las calles.
Considero esta ola feminista, como la mortal peste negra que arrasó tantas vidas.
No nos están matando. En España no.
Sin embargo, a nuestros hombres, SI.
A nuestros hombres, si los están matando.
Se suicidan ante la sordidez de este sistema que les arrebata todo.
Lo hace la LIVG.
La que cercena también, el alma de nuestros hij@s.¿Cómo podemos vivir ajenos a esta masacre? ¿A este terrorismo de Estado? Si las mujeres se paran, se para el mundo. Si lo hacen los hombres, también.
No somos reemplazables.
Nos necesitamos mutuamente.
Juntos somos extraordinarios.
Me parece muy bueno e interesante. Es. Pinochet, llegó al poder y a Chile no se Le dejaba entrar en ningún sitio. Vcurioso y siempre lo digo, siempre se habla mal si lo hace la derecha. Se llama revolución si el cambio de gobierno lo hace la izquierda:Cuba, Rusia, China… Si lo hace la derecha el golpe de estado. Por la hoz y el martirio han muerto más millones que por las ideas contrarias.
Al sol no se puede tapar con un dedo, cuando la leche rebasa el vaso no se pueee recoger, la desigualdad entre hombres y mujer es tan notoria que hasta una persona común y corriente como yo no soy abogada ni Psicóloga pero me doy cuenta de que feminismo es Igualdad de techos entre hombres y mujeres nada más
¡Gracias, Avadis! Una se cansa de escuchar siempre lo mismo, el discurso victimista que solo ayuda a quienes engrosan sus bolsillo con el dolor de tantos. Si, la derecha es la mala y la izquierda es buena, haga lo que haga. Pero aquí estamos, levantando la voz firme y fuerte, pese a las críticas y los desprecios. ¡Un abrazo grande!
Tampoco habría que olvidar que l@s abogad@s son gran parte del problema, que únicamente velan por sus carteras y la cantidad de billetes que puedan meter, con el mínimo esfuerzo claro está.
Así es, Diego. Se ha montado un negocio tal alrededor del dolor real de tantas persona que cuando pasen unos años y miremos para atrás, nos horrorizaremos de las barbaridades que se han cometido. Y aún así, seguramente y como ya ha demostrado el relato de la historia, no aprenderemos.
¡Un abrazo y mil gracias por tu aportación!
Yo creo que tan solo hay que preguntarse qué motivación tiene quien ejerce violencia sobre otro, porque responder con violencia es una respuesta a algo, y no necesariamente a algo externo, más bien, se trata de forma de ser y conductas aprendidas, por lo que podría darse tanto en hombres como en mujeres. Pero se producen dos situaciones, por un lado los géneros responden a roles, y por otro, para actuar con violencia, abuso, manipulación, se necesitan herramientas. Hay una herramienta genial para lograrlo, está implantada y aceptada por todos, pero es una herramienta de la que se beneficia para este fin casi siempre el género masculino en contra del femenino. No es necesario negar que existe un maltrato hacia los hombres, ni proponer que los hombres son las víctimas, ni decir que las cifras de falsas denuncias están manipuladas (sobre oto so obvias las cifras de las denuncias que ni siquiera llegan a realizarse), lo que es necesario es que los psicólogos dejen de tomar posiciones políticas y estudien el maltrato a secas
Me parece estupenda su propuesta final, Olivia.
Por eso a ver si es posible que se dejen de realizar estudios desde la perspectiva de género, que parten sesgados desde la base ya que, esta perspectiva es una pseudociencia.
Que los colegios de psicólogos no nos inflen a formaciones en perspectiva de género.
Que los colegios profesionales no vistan el lazo morado en sus logos oficiales como el de Madrid.
Que los equipos psicosociales no protejan sistemáticamente a mujeres maltratadoras de sus hijos.
Que no se permita el intrusismo profesional en temas de violencia intrafamiliar.
Si, siguiendo los mantras marxistas feministas «lo personal es político» y un psicólogo se ocupa de la persona, al final por sus mismos mantras, no podemos obviar el sistema político.
Nadie puede.
Entre otras cosas, porque asistimos a la destrucción de la familia a través de la ya disolución, de derechos fundamentales de menores y hombres para defender lo indefendible: que la violencia tiene género, solo como herramienta de Ingeniería Social de los menos diletantes en esto y los que mas muertos arrastran a sus espaldas.
Muchas gracias de verdad, por compartir su opinión, Olivia.
Un abrazo,
PD Le invito a ver el documental The Red Pill y ampliar su visión de la situación a nivel internacional.
Gracias por tu valentía. Por desgracia me da la sensación de que pueden seguir llevando a cabo políticas discriminatorias sin oposición alguna. La inmensa mayoría de la población no sabe lo que ocurre realmente. Y si lo sabe calla, como callaban en la edad media ante el temor de ser tildados de herejes. La suspicacia hacia todo aquel que le ponga una coma al discurso feminista actual es instantánea. Irracional, sí, pero efectiva. Mucho. Da impotencia. De todas maneras, es vital alzar la voz como tú has hecho. Ojalá sirva. Buen escrito, por cierto. Un saludo.