Por primera vez en Fundesem, la poesía recorrió aulas y pupitres. Quedó constancia que, no solo el calor puede fraguarse en las escuelas de negocios sino que es imprescindible y necesario. Una bella misión, que entre todas, Cristiana Mulero, Laura Segovia y vuestra amiga que suscribe disfrutamos plenamente el pasado 2 con el apoyo incondicional de Liliana Brando.

Comunicar desde la experiencia y desde el corazón es la única manera de dejar la huella suficiente para ayudar a producir cambios en los demás. Por eso, presto mi verbo a quien lo necesite humanizando la psicología y poniendo voz a los avatares de la vida, mediante prosa poética y poesía.

Aquí os dejo las líneas que compartí en nuestro primer STORYFORUM en Fundesem.

Os invito a escuchar la música del siguiente enlace mientras lo leéis, tal como hicimos allí. 

https://www.youtube.com/watch?v=tS-DmhSXL7A

Ella se levantó de la última embestida de su vida, con los ojos secos y la mandíbula relajada. Se sacudió los reproches propios y ajenos con un solo gesto. Desde la eminencia donde eligió rendirse, todo se veía pequeño, lejano y sin fuerza. Con la mano izquierda lanzó un beso al aire y mirando las nubes que amenazaban tormenta, con firmeza tierna susurró: – Me perdono.

Rendirse y perdonarse era lo único necesario para volver por fin a la vida.

 

                                     Invertimos demasiado tiempo en tirarnos por tierra,

en exigirnos más,

castigándonos

(con la comida, la falta (o el exceso) de ejercicio, con el trabajo de más, etc).

Nos pasamos la vida luchando.

entre otras cosas,

porque se nos ha enseñado que

aquello que vale la pena,

requiere grandes esfuerzos,

que nada es fácil,

que las cosas no te las regalan.

Cuando alguien se está ahogando y lucha, patalea, agita los brazos, se agota y se hunde.

¿Qué sucede cuando en el agua uno se relaja?

Si, flota.

Hoy,

como uno de mis maestros, Benedetti,

os propongo un trato.

Os invito a dejar de luchar.

La lucha nos mantiene tan ocupados dando bandazos

defendiéndonos,

que nos hace perder la capacidad de ver más allá,

de abrir el foco,

algo tan necesario en estos casos. 

Como dice el relato,

es requisito indispensable, rendirse.

caer si hace falta,

hincar las rodillas.

 

RENDIRSE implica PARARSE.

Escucharse

Descubrirse

Reconocerse

Aprenderse

y Aprehenderse

 

Y entonces,

una vez realizado ese trabajo

volver a caminar,

esta vez,

no por inercia,

sino con decisión propia.

 

La DECISIÓN de ir hacia adelante

pese a las tormentas y las mareas

lamiendo las heridas del pasado

sobre las que descansan las del presente

Sólo de esta manera

seremos libres.

 

No es posible crecer

luchando contra el miedo

ahogándonos en él

queriendo ignorarlo,

disfrazarlo

posponerlo.

La única manera de hacerlo desaparecer

es reconociéndolo,

abrazándolo fuerte. 

Paradójicamente así, perderá todo su poder. 

No es posible crecer en lo que no amamos

nos mantendremos en la mediocridad.

Si realmente es aquello en lo que nos sentimos plenos

FELICES

todo sueño es posible y sobre todo, fácil.

 

Como dice Wayne Dyer,

“Deja de ser el que hace que sucedan las cosas para ser el que permite que aparezcan” 

Os invito,

a NO APROVECHAR la oportunidad

como si hubiera que exprimirla

sino a ABRAZARLA

agradecerla y disfrutarla

Seremos entonces realmente,

merecedores de ella.

 

 Poema

Abrazad la vida

Crecer o no crecer

esa es la cuestión.

 

Ceder al pánico

o darle la espalda

dejando que el tiempo

aligere las cargas.

 

Abrazar el miedo

y perseguir tu sueño

o quedarse helada

sobre la alfombra blanca

 

Quebrarte

recoger los pedazos

de la que nunca fuiste

y abrazar la aventura

por fin,

de mirarte.

 

Sacudirte los reproches

propios y ajenos

y, sin sal en los labios,

comenzar a amarte.

A saberte

y reconocerte valiosa

A permitirte caminar

donde el corazón y la vida te lleven

Hoy, os invito a despertar

a cerrar los ojos despacio

para poder ver la luz.

©Tania Evans