“La persona más poderosa

es la que es dueña de sí misma”. 

Séneca **

Dueña de sí misma, es aquella persona que se conoce bien, que sabe cómo reaccionar a pesar de su carácter; que sabe lo que quiere y como conseguirlo; que conoce sus miedos y sabe controlarlos. En definitiva, aquellas personas que saben quiénes son y no lo olvidan nunca.

Durante varias décadas, venimos escuchando hablar de la Inteligencia Emocional. En principio como competencia para la vida en general pero que rápidamente se extrapoló a los ámbitos empresariales. Desde entonces, numerosos hombres y mujeres de negocios han comprobado su gran utilidad dentro y fuera de sus organizaciones.

Pese a este considerable avance, dentro del marco de la empresa todavía permanecen muchos estereotipos erróneos, que se consideran válidos para conseguir el éxito profesional. Afortunadamente, el día a día está demostrando que, lo que conseguirá que marquemos la diferencia, máxime en tiempos de adversidad, será la extinción de esos clichés y su sustitución por herramientas verdaderamente útiles. Y digo afortunadamente, porque esta “nueva inteligencia” no está predeterminada genéticamente, no nos encasilla. Se puede trabajar y desarrollar durante toda la vida.

 

Numerosos estudios han demostrado que el cociente intelectual o CI y la pericia derivada de la experiencia, no nos garantizan el éxito dentro del mundo empresarial. La diferencia que marca al trabajador estrella, como lo llama Goleman, serán las competencias propias de la Inteligencia Emocional.

Primero tenemos que tener claro que es una “competencia”. Como la definiera McClelland en 1973, “es un rasgo personal o un conjunto de hábitos que llevan a un desempeño laboral superior o más eficaz o, por decirlo de otro modo, una habilidad que aumenta el valor económico del esfuerzo que una persona realiza en el mundo laboral”.

En nuestro caso, “una competencia emocional es una capacidad adquirida basada en la inteligencia emocional que da lugar a un desempeño laboral sobresaliente”.

Si nos preguntaran que es la inteligencia emocional, muchos diríamos que es la empatía, saber escuchar, etc. Si bien nos acercaríamos, estaríamos mezclando un poco las cosas.

Cada cosa en su lugar…

La inteligencia emocional es la capacidad de comprender emociones y conducirlas, de tal manera que podamos utilizarlas para guiar nuestra conducta y nuestros procesos de pensamiento, para producir mejores resultados. Y dentro de la competencia emocional situaríamos la empatía y las habilidades sociales, Goleman, D. (1999).

Por tanto, lo emocionalmente inteligente que seamos o que podamos llegar a ser con el adecuado entrenamiento “determinará la capacidad potencial de que dispondremos para aprender las habilidades que necesitaremos en la práctica”, Goleman, D. (1999).

Tania Evans by Global Vestigia, ©Método BPS, Branding Personal Sostenible

 

La frase de Séneca ha sido alterada para que representase a ambos géneros**.

Bibliografía consultada: “La práctica de la Inteligencia emocional” D. Goleman